Análisis de quitina para piensos a base de insectos

Para criar insectos se necesita poca agua y poco espacio. Al mismo tiempo, se producen menos emisiones de CO₂ que, por ejemplo, en la cría de vacas y cerdos. Esto la convierte en una alternativa prometedora y una fuente de proteínas del futuro. 

El reglamento (UE) 2015/2283 clasifica los productos a base de insectos como «nuevos alimentos». Por lo tanto, pueden utilizarse oficialmente en la producción de alimentos. La industria alimentaria ha reaccionado rápidamente y ya se pueden encontrar los insectos en productos de la vida cotidiana, como productos de panadería, proteínas en polvo o pasta.

A medida que los productos a base de insectos se establecen cada vez más en la industria alimentaria, la industria de los piensos también se está dando cuenta de los beneficios económicos y ecológicos de estos productos. Cada vez más se utilizan como fuente de proteínas, por ejemplo, en los piensos para aves de corral, cerdos o mascotas.
 
Para proteger el bienestar de las personas y los animales, las normas y directivas nacionales e internacionales regulan el uso de productos a base de insectos en la producción de alimentos y piensos. Dichas normas establecen el análisis y la declaración transparente de ciertos parámetros. Esto también se aplica al contenido de proteínas.

Sin embargo, el análisis de proteínas en productos a base de insectos es complejo. Esto se debe al polisacárido quitina, un componente del exoesqueleto de los insectos. La quitina contiene nitrógeno, que se clasifica como proteína bruta en el análisis clásico de proteínas. No obstante, el nitrógeno ligado a la quitina no puede ser procesado por los seres humanos ni por los animales, por lo que debe considerarse por separado.

Por tanto, se requiere un método económico y eficiente para la determinación de quitina.

Junto con la Fundación Internacional para la Investigación de la Tecnología de los Piensos (Internationalen Forschungsgemeinschaft Futtermitteltechnik e. V., IFF) hemos aceptado el reto y hemos desarrollado un método adecuado. Se basa en métodos químicos clásicos ya establecidos: la determinación de fibra cruda según Weender y la determinación de nitrógeno según Kjeldahl. 

Puede encontrar información sobre el método y los datos exactos en nuestro libro blanco.